Para aquellas personas que valoran las bondades y hospitalidad de la naturaleza, es necesario que se tomen el tiempo de visitar la naturaleza Asturias, ya que es una oportunidad única para poder estar en permanente contacto con la naturaleza y para descubrir parajes que están un poco más escondidos. Con la finalidad de tener una capacidad de organización y mayor libertad, se recomienda alquilar un coche, por el hecho, de que las comunicaciones por tren o autobús no son muy rápidas.
Diferente Naturaleza en Asturias
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Parque Natural de Ponga
Este bello enclave natural de 205km cuadrados, está ubicado en el suroriente, lindando con Picos de Europa. Lo primero que encuentran los visitantes es montañas calizas imponentes y praderas, naturaleza exuberante y grandes desniveles. La economía de Ponga es fundamentalmente basada en la ganadería, y en menor medida, en el turismo. Sus habitantes que están acostumbrados a un cierto aislamiento geográfico, tienen que enfrentarse con un duro clima en invierno, pero que es agradable y templado desde la primavera hasta el otoño. Este parque cuenta con muchos riachuelos y arroyos que en su mayoría, acaban desembocando en los dos ríos grandes del parque, que son el sella y el ponga.
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La Cueva del Rinoceronte, La Peruyal
Una cría de rinocerontes, hace 40.000 años aproximadamente, se quedó atrapada sin poder en la cueva de La Peruyal, el agotamiento y la escasez de alimento, fueron causándole la muerte a estas criaturas. La casualidad fue tal, que los fosilizados restos del pequeño rinoceronte, se encuentran en un estado excelente de conservación que vale la pena visitar. A muchas de las personas les resulta increíble que en Asturias haya existido rinocerontes, simplemente ellos fueron solo una parte de la fauna glacial que estuvo hace miles y miles de años en estas tierras. Es por ello, que sin duda este lugar es una buena opción al querer conocer la naturaleza.
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Los bufones de Pría
Es una de las zonas más salvajes de Asturias. Posee zonas vírgenes que lucen un natural espectáculo que no deja al visitante indiferente, como es en el caso de los llamados bufones. Estos bufones son naturales chimeneas que son formadas en las piedras de la costa. Cuando el mar de encuentra furioso, rompe los acantilados con gran fuerza, haciendo un efecto parecido a los géiseres, que es cuando el agua llega a alturas descomunales saliendo a borbotones, buscando una salida a la superficie.
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